jueves, 14 de noviembre de 2013

Fátima Aceituno Sevilla


-¡Ah del barco! ¡Izad las velas!- Decía el capitán
Llegaron hasta el barco francés. Saquearon todo. Alberto encontró una carta y se la dio al capitán .El capitán le dijo a Alberto que la leyera la carta y el dijo que sí. La carta decía lo siguiente:
Querida mía . Con esta carta quiero decirte lo que pocas veces te dije: que te quiero. Y aunque
te lo haya dicho, debo repetírtelo, porque si las palabras no se acaban, menos mis sentimientos. Antes de ti no habrá amor, no conoce la palabra, no existían los sentimientos, no me ilusionaba la ilusión, ... antes de ti no habla nada, después de ti hay todo. Quiero decirte que te ocupas mi mente, que eres duela de mis pensamientos, que vives , quiero decirte que te debo cada segundo y que te pago con lo que puedo: mi amor. Quisiera poder demostrarte mis sentimientos, plasmar en palabras mis emociones, pero el amor no tiene palabras, sólo entiende de silencios callados que lo dicen todo- Quisiera también que nunca se acabara, que dentro de mil años siguieras despertando a mi lado y yo al tuyo, que siguiéramos juntos compartiendo la eternidad mientras nos miramos con la ternura de siempre. Quisiera decirte tantas cosas, pero todo se reduce a que te quiero, a que puedes confiar en mí y a que siempre, siempre, siempre, estar junto a ti. Quisiera decirte, y te digo, que te amo. 

Siempre tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario